Origen: Se identificó como una entidad de la décima dimensión en Sirio
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Las influencias regresivas en la evolución de nuestra conciencia
En el momento en el que una alma encasilla a otros seres, por tener diferencias de pensamiento, comportamiento y por las preferencias individuales de cada alma con la que convivimos, estás siendo inmaduro contigo mismo, con el Universo y con el Infinito.
La malicia es uno de los males que aqueja a las almas de la tercera dimensión, en el planeta donde te encuentras. Uno de los puntos más importantes, para comprender nuestra existencia, es la aceptación por la gran diversidad de comportamientos, apariencias y preferencias de todas las almas encarnadas que componen una raza o una sociedad.
Lo que asimilan sus mentes como agraciado es lo que ha sido inculcado por medio de los valores que les han transmitido durante cada una de sus encarnaciones.
La comprensión por la existencia del Todo trasciende conforme nuestra mente va evolucionando; actuar con desprecio hacia otros, por sus apariencias y por sus preferencias personales, es inmadurez e ignorancia.
Las almas de ese planeta deben aprender a diferenciar entre la vibración emitida por una energía y la apariencia que tenga la fuente de donde proviene una información.
La mente de los seres de esa dimensión, en esa parte del Universo, ha sido sometida a un sistema de creencias que tiene como privilegiados a los seres que se alimentan de sus energías, en la cuarta dimensión y en algunos planos más bajos.
Al fomentar tantas creencias y estilos de comprensión, en sus sistemas de creencias y vidas, hay una gran confusión, una gran densidad y una dualidad que afecta el entorno de cada conciencia.
Individualmente, evolucionamos con cada experiencia que vayamos teniendo pero todos
somos parte de una misma energía.
Si individualmente muchas almas tienen tanta confusión, en un mismo espacio, y todas vibran en frecuencias energéticas densas, esto trae como consecuencia un sistema energético que priva a las conciencias componentes de esa energía el evolucionar y trascender a planos evolutivos, donde las cosas funcionan de maneras más simples y la energía fluye mejor.
Cada dimensión tiene diferentes elementos y leyes de comprensión. Mira en la simpleza de las cosas una manera para evadir la negatividad y la malicia; las dificultades para trascender han sido impuestas inconscientemente a las almas de ese planeta, ya que actúan de manera regresiva y miran esto de forma normal. El trabajo de una alma encarnada en ese planeta, para poder evolucionar, es muy grande pero no imposible.
El respeto es esencial. No se trata de guardar silencio para no recibir un desprecio por parte de otro; se trata de comprender plenamente que, así como yo existo de una manera diferente y soy quien soy, otro ser, de igual forma, evoluciona en su existencia de una manera distinta a la mía.
Aprende a comprender. Conforme entendemos y aceptamos las diferencias, evolucionamos a realidades en donde existen más cosas por aprender y por experimentar. No mires las nuevas experiencias por venir como interferencias para poder fluir; míralas como oportunidades del Universo para evolucionar.
No podremos ganar más experiencias si ni siquiera podemos aceptar lo que tenemos en nuestro entorno. Elimina la malicia ahora que sabes esto.
La Luz y la armonía son parte de la comprensión por el Todo.
Fluye con respeto y comprensión; la malicia es inmadurez absoluta y nos convierte en seres que se desprecian a si mismos, ya que miramos en los demás y en lo que nos rodea lo que somos.
Canalizado por Hérminez (4 de diciembre, 2016)
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